Mi sagrado cotidiano

María del Valle
Soy Humana
July 8, 2025

El arte de encontrar lo divino en lo simple, incluso en medio del caos.

Pasamos la vida esperando algo grande para sentirnos felices: una pareja, un trabajo nuevo, el viaje soñado. Pero, ¿qué pasa si eso no llega o no se ve como lo imaginamos? En una conversación con mis amigas yoguinis, entendí que quizá no hay que esperar más. Que lo sagrado puede estar en el café de la mañana, en la caricia de un perro, en la respiración consciente antes de comenzar el día.

Así nació Mi sagrado cotidiano: la decisión de ver cada gesto diario como un acto de amor propio, de presencia y de gratitud. De recordarme que por el simple hecho de existir, ya merezco respeto. Que soy parte de lo divino, y que mis acciones también pueden serlo, si las hago con intención.

No fue de un día para otro. Empecé con cinco minutos de silencio, con respirar mientras se hacía el café, con cerrar los ojos mientras me bañaba. Poco a poco, esas pausas mínimas se volvieron anclas. Me trajeron al presente. Me enseñaron a habitarme. Incluso en días difíciles —llenos de enojo, lágrimas o ansiedad— he aprendido a buscar lo sagrado, no para evitar el dolor, sino para atravesarlo.

Hoy sé que vivir desde el presente, con curiosidad y ternura, me permite honrar cada día como único. Aunque no todos sean perfectos, todos merecen ser sentidos. Porque estar viva ya es un milagro. Y si hay algo sagrado, es eso.

Cada historia que escribo nace de algo que sentí profundamente. No están aquí para enseñarte nada, pero ojalá alguna te abrace, te haga pensar, o simplemente te haga sentir que no estás sola.