Cuando una mujer se atreve a hablar, muchas más sanamos a través de ella.
Por Maria del Valle.
Un refugio para quienes desean habitarse con más conciencia, creatividad y amor.
Soy humana. No perfecta, no constante, no inmune. Siento, dudo, tropiezo, pero también elijo, me levanto y creo. No vine a explicarlo todo, vine a compartir lo que me salva: las palabras que me han sostenido, las prácticas que me han devuelto a sentirme en casa.
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Aquí no hay exigencias, hay presencia. Creo en la vulnerabilidad como lenguaje, en la ternura como revolución, en el cuerpo como un templo que guarda memorias y merece cuidado.
“Soy Humana” es un recordatorio: de que no estás sola, de que ser sensible también es ser fuerte, de que lo femenino no es debilidad, sino raíz.
Este espacio no busca moldearte, busca abrazarte como eres, y caminar contigo mientras te descubres una y otra vez.
Bienvenida a un lugar donde tu humanidad tiene lugar.
Aquí estamos. Aquí somos.
Humanas, sintiendo, aprendiendo y construyendonos.
Misión
Compartir herramientas y experiencias que nutran la conexión entre cuerpo, mente y espíritu. Desde prácticas ancestrales hasta rituales cotidianos que vuelven sagrados los días más simples. A través de contenido honesto e inspirador, buscamos acompañar a quienes desean habitarse con más conciencia, creatividad y amor. Aquí celebramos cada risa, cada lágrima, cada paso en este viaje de volver a una misma.
Visión
Construir un refugio digital en el que todas se sientan seguras de habitar su humanidad sin filtros. Un espacio donde la autenticidad sea bienvenida, la vulnerabilidad sea fuerza, y el bienestar se entienda como un camino amoroso, no como una meta inalcanzable. Creemos que vivir desde lo real es lo que nos acerca a una vida más plena, más libre y más luminosa.
Pilares
Un refugio creado desde la vulnerabilidad, la ternura y la verdad
Vulnerabilidad como fortaleza
Feminidad sin filtros
Espacio seguro y real
Cuidado integral
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Comunicación íntima y empática
Cada palabra, cada gesto, cada silencio compartido… es parte de este tejido que nos recuerda que estar vivas, aunque a veces duela, no deja de ser hermoso.
